Sir Robert Victor Goddard, el aviador que voló al futuro

Sir Robert Victor Goddard, el aviador que voló al futuro. Un caso lleno de pruebas constatables que demuestra los viajes en el tiempo. Una tormenta desvió su vuelo tras hacerle perder el control de su aeronave. Lo que parecía un accidente aéreo inminente, se convirtió en el capítulo más importante de su vida. Además, demostró que algo le hizo viajar al futuro. Os lo cuento hoy en mi artículo…

Bienvenidos a bordo, amigos de los «Misterios Aéreos». En esta ocasión, os invito a volar con un rumbo un tanto especial, nada más y nada menos que hacia el futuro. Os voy a contar la historia de un antiguo aviador que volaba en tiempos de la Primera Guerra Mundial. Su nombre era Sir Robert Victor Goddard y fue un piloto de la RAF que experimentó en su vida varios sucesos paranormales. Una vida, la de Goddard, que siempre ha estado relacionada con fenómenos extraños y enigmáticos.

 

Victor Goddard, una vida llena de sucesos paranormales

 

El primer episodio extraño de su enigmática vida no estuvo relacionado con viajes en el tiempo. Al contrario, más bien con historias de fantasmas comunes. Este piloto contó en 1975, a sus 78 años de edad, que al principio de su carrera como aviador le pasó algo muy extraño de lo que aún guardaba numerosas pruebas.

 

 

Hizo la referencia precisamente a una fotografía del escuadrón de vuelo al que pertenecía en 1919, al final de la Primera Guerra Mundial. La fotografía era de un anuario de la RAF (Royal Air Force, Fuerza Aérea Británica) y nadie pudo alterarla de ninguna manera en aquella época. Así mismo, no pudo ser adquirida por otros medios ya que el único modo de hacerse con una copia era solicitándola en el tablón de anuncios de su escuadrón de vuelo en 1919.

 

El fantasma de Freddy Jackson, mecánico de vuelo

 

La cuestión es que, en la fotografía, hay una persona que precisamente no estaba presente cuando se realizó y no debería de estar físicamente presente. El sorprendente invitado se llamaba Freddy Jackson. Freddy era un mecánico de la RAF que murió precisamente por un accidente de trabajo. Desgraciadamente, en un descuido se acercó demasiado a la hélice de un avión, 2 días antes de que se hicieran la foto de grupo.

 

 

De hecho, la foto se realizó precisamente tras celebrar el funeral de Freddy Jackson. En la foto, se puede ver poco más de media cara de Freddy Jackson tras uno de los pilotos del escuadrón de vuelo de Sir Victor Goddard.

 

 

El alucinante viaje a través de una tormenta de Victor Goddard

 

Sencillamente, Goddard atraía para sí las historias sin lógica. Y sin duda, la historia que en realidad es la más sorprendente de la vida del aviador es la que le llegó a contar al autor del libro “Time Travel: A New Perspective» (J.H. Brennan). En aquel libro, Brennan relata como en 1935, un aviador (Goddard) se metió en una tormenta mientras volaba desde Edimburgo hacia Andover, en Inglaterra, donde tenía su base.

El caso fue que, Goddard perdió el control de su avión por la mala meteorología (pilotaba un rudimentario modelo biplano Hawker Hart de la época) y creyó que su final como aviador era inevitable. Pensó muy seriamente que moriría aquella jornada. Sin rendirse, buscó referencias sobre el terreno para saber de nuevo su posición y donde podría encontrarse.

 

El Aeródromo de Drem le salva la vida a Victor Goddard

 

Así que, para ello, descendió en espirales buscando referencias de un antiguo aeródromo abandonado y destruido llamado Drem. Aquel aeródromo podría orientarlo en su posición ya que le resultaba fácil y familiar identificarlo. De aquella manera, sabría identificar el campo rápidamente ya que era un aeródromo con un recinto cubierto de follaje por completo y hangares casi destruidos. Además, había algunas vacas alimentándose donde antes se estacionaban los aviones cuando el aeródromo estaba en uso.

De repente, el cielo se despejó totalmente, un precioso Sol brillaba y las nubes también desaparecieron por completo. Cuando observó el terreno y el Aeródromo de Drem, lo reconoció enseguida. La zona quedó completamente bañada en una luz etérea, como describió Goddard literalmente en aquel momento, “como la luz de un mediodía de verano».

 

 

La sorpresa tras atravesar la tormenta

 

Desde su biplano Hawker pudo observar varios aviones pintados de color amarillo y mecánicos que vestían con monos de trabajo de color azul. Estos 2 detalles le llamaron especialmente la atención. El instinto de Victor Goddard no lo había engañado ya que el Aeródromo de Drem no estaba lejos y lo encontró. Sin embargo, tal y como podemos comprobar, algo diferente. Goddard comprobó que el Aeródromo de Drem no estaba desierto ni abandonado ni en medio de ruinas, precisamente.

Sin embargo, a Goddard le sucedió algo muy curioso ya que no pudo identificar ninguno de los aviones que allí estaban estacionados, a pesar de su experiencia como aviador. Así mismo, afirmó que reconoció perfectamente que era el aeródromo 100% seguro, el campo de vuelo de Drem.

Lo había visitado el día anterior en unas maniobras aéreas y presentaba totalmente signos de abandono, además de no haber allí ningún emplazamiento ni escuadrón de aviones de la época. Era una auténtica colmena de actividad el aeródromo, en donde aquellos mecánicos con sus uniformes azules trabajaban en aviones amarillos que relucían bajo sol.

 

 

Nadie parecía verlo a pesar de sobrevolar sus cabezas

 

Goddard dejó otro dato curioso y enigmático. Cuando se hallaba muy cerca de las pistas (entonces eran grandes extensiones rectangulares de hierba o tierra), aproximadamente a unos 400 metros del campo de aterrizaje, sucedió algo extraordinario. Voló sobre el aeródromo a una altura de no más de 15 metros. Y se quedó verdaderamente sorprendido de que nadie, absolutamente nadie, mirase hacía arriba ni advirtiera su presencia.

Nadie lo saludó o a nadie les extrañó una pasada de un avión a baja altitud. Tras las maniobras de Goddard, volvió con su biplano Hawker a internarse en las nubes ya que estaba seguro del rumbo que lo llevaría hasta su base. Voló hacia la base de destino y allí reportó todo sobre el vuelo, realizando un informe.

Comentó el incidente con sus oficiales superiores y éstos fueron contundentes. Le preguntaron directamente si estaba borracho o si había ingerido alcohol antes de irse a volar. Después, al conversar con sus compañeros de escuadrón, el piloto confirmó su idea. Resulta que Drem no poseía nada de lo que Goddard vio desde su aeronave.

 

 

En 1939, el Aeródromo de Drem se convierte en lo que Goddard divisó

 

Prudentemente, no incluyó nada de lo que le pasó en su informe oficial. Era 1935. Pero tanto él como sus compañeros, recordarían lo sucedido 4 años más tarde, en 1939, cuando el Aeródromo de Drem fue reacondicionado y se construyeron nuevos edificios. La RAF comenzó a pintar oficialmente sus aviones de combate de color amarillo y sus mecánicos comenzarían a vestir y a utilizar uniformes precisamente como monos de trabajo de color azul.

El Aeródromo de Drem fue renovado oficialmente, puesto en servicio y en marcha. Los aviones, idénticos a los vistos por Goddard en tierra, comenzaron a utilizarse por la RAF para el entrenamiento de pilotos (aeronaves modelo Magister M14). ¿Transportó la tormenta a Goddard 4 años adelante en el tiempo o lo hizo viajar al futuro y lo trajo de vuelta además? ¿Viajó Goddard a través de algún portal espacio temporal? 

 

 

Intentos de desacreditación

 

Las malas lenguas de la época, e incrédulas, afirmaron que no existe en esta ocasión ningún tipo de salto espacio-temporal, agujero de gusano ni viaje al futuro. Basan estas afirmaciones en que la tormenta llevó al avión de Goddard mucho más lejos de donde él pensaba que estaba y que, el aeródromo que visitó, era precisamente el Aeródromo de Renfrew.

Lo inexplicable de esta absurda afirmación es que este aeródromo se encuentra a más de 600 km de distancia de donde Goddard divisó el terreno, de forma fiable, la última vez. Por poner un ejemplo, la distancia entre La Coruña y Madrid son unos 600 km, para hacernos una idea.

 

El Efecto Cherenkov, una posible teoría

 

No conocemos realmente muchas de las cosas que suceden en nuestra atmósfera y podemos encontrarnos con efectos totalmente «inexplicables», hablando de meteorología o física. Como ejemplo, tenemos el caso de unos destellos que se producen con muy poca frecuencia en altas capas de la atmósfera, debidos a interacciones de neutrinos y el «Efecto Cherenkov». Así mismo, sabemos precisamente que muchos pilotos los habían visto pero nunca dijeron nada por temor a que fueran tomados por locos.

 

 

Dice un refrán científico que «las cosas que no están prohibidas físicamente, sencillamente suceden». El «Efecto Cherenkov» se produce cuando una partícula, en un medio distinto del vacío, va más deprisa que la luz en ese medio y el producto de esto, precisamente, es una onda de choque luminosa. El efecto visual es muy similar al de romper la barrera del sonido, por ejemplo.

 

Analizo el caso en Espacio en Blanco, en RNE

 

Este caso lo analicé en el programa «Espacio en Blanco», en Radio Nacional de España (RNE), donde su presentador y periodista de investigación, Miguel Blanco, se interesó por este caso. Os dejo el enlace de Youtube para que disfrutéis de aquel programa El aviador que viajó al futuro. Podéis descargar también el programa desde la página de IVOOX en el siguiente enlace Espacio en Blanco Caso Victor Goddard. También podéis hacerlo desde la web de RTVE en Misterios en los cielos: el vuelo de Sir Robert V. Goddard.

Y con este brillante y enigmático capítulo de los primeros años de la aviación militar, llegamos a destino en nuestro vuelo de hoy, amigos. Para vuestra opinión queda el pensar si el aviador Victor Goddard realmente voló hacia el futuro a bordo de su biplano Hawker. Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos….