El verano pasado de 2019, saltaba la increíble noticia que relacionaba a una misteriosa aerolínea comercial con las actividades del Área 51 en EEUU. Era Janet Airlines. Nos parecía la aerolínea más enigmática del mundo pero no. No era de las más enigmáticas. Existe otra, opera en Oriente Medio y todo lo que la rodea es un auténtico halo de misterio. Air Sinaí: la aerolínea fantasma de Oriente Medio

Bienvenidos a bordo una vez más, amigos de los «Misterios Aéreos». Seguimos escudriñando los cielos en busca de nuevos enigmas aéreos. Janet Airlines, como todas en nuestro mundo en aquellos momentos, estaba escasa de pilotos y buscaba nuevos miembros para sus tripulaciones de vuelo. Es la aerolínea encargada, específicamente, de trasladar a estas instalaciones ultra-secretas del desierto de Nevada a sus trabajadores diariamente y devolverlos a sus hogares cada jornada.

 

Secretismo total sobre su existencia

 

Hoy descubrimos esta otra aerolínea tan secreta y desconocida. Se llama Air Sinaí y no anuncia sus vuelos, no hace publicidad y su matriz niega su existencia. Hace décadas que vuela entre Egipto e Israel. No es fácil volar en una aerolínea cuya matriz niega su existencia.

No hay ningún cartel indicador en el aeropuerto de su existencia y sus pasajeros son vistos como sospechosos por las fuerzas de seguridad. Pero esa compañía existe, se llama Air Sinaí y es una aerolínea fantasma surgida del agitado avispero político de Oriente Medio.

 

Billete de Air Sinaí. Su nombre es Air Sinaí y no anuncia sus vuelos, no hace publicidad y su matriz niega su existencia. No hay ningún cartel indicador en el aeropuerto de su existencia y sus pasajeros son vistos como sospechosos.

 

La aerolínea nació en 1982 tras los acuerdos de paz entre Israel y Egipto de 1979, en donde se negoció el establecimiento de una línea aérea directa entre ambas naciones. Así nació Air Sinaí, que heredó la ruta que antes operaba Nefertiti Airlines. Esta ruta era la conexión entre el Aeropuerto Internacional Ben Gurión de Tel Aviv (Israel) y la terminal del Aeropuerto Internacional de El Cairo (Egipto).

Recelo en Oriente Medio

 

Pero el recelo del mundo árabe al acuerdo de Paz y su posterior boicot a Egipto obligó a los egipcios a esconder todo lo posible la existencia de la desconocida aerolínea Air Sinaí.

Su propietaria, Egypt Air, actuó como si fuera un hijo extra matrimonial que no quiere reconocer. Esta aerolínea fue una de las más importantes de Oriente Medio durante el último tercio del Siglo XX. Al ser propiedad del gobierno egipcio, había que evitar nuevos roces con los vecinos árabes. Egypt Air disimula la operatividad de Air Sinaí como si fuera una compañía a la que le alquila sus aviones y tripulantes.

 

Con la incorporación de los nuevos aviones Embraer E-170 que usaba en los últimos años, no había ni un solo símbolo ni un solo color corporativo que permitiera identificar a cualquiera de las dos compañías.

 

Así, Egypt Air, la aerolínea nacional egipcia, cubrió sus espaldas. Técnicamente alquilaba a Air Sinai sus aviones y tripulantes. Sus pasajeros se sorprendían que a bordo (desde la vajilla hasta la decoración de la librea) solo se veían los logos de Egypt Air. Con la incorporación de los nuevos aviones Embraer E-170 que usaba en los últimos años, no había ni un solo símbolo ni color corporativo que permitiera identificar a cualquiera de las 2 compañías.

 

Un secreto a voces entre las compañías

 

Air Sinai jamás hizo publicidad de su empresa en ningún medio de comunicación ni en ningún  lugar. Sin embargo, su existencia era un secreto a voces. Solo un puñado de agencias de viaje conocían el teléfono de la compañía para hacer reservas.

Nunca tuvo tampoco web propia y desde los primeros años del Siglo XXI, para reservar un billete, había que enviar un correo electrónico y luego pagar en efectivo. Y solo en libras egipcias. No había otro modo ni otra manera de hacerlo.

 

A los pasajeros se les indicaba en el mostrador que no se detuviesen en lugares tan típicos de un aeropuerto como es el Duty Free o tomando un café en una de las cafeterías del aeropuerto. Todos los pasajeros debían de ir directos y sin detenerse hacia a una puerta cuya única indicación era “4D-54” y esperar en una fila que se iba formando a medida que llegaban los pasajeros.

 

Hubo un momento en la historia de Air Sinaí en la que sumó una ruta nueva desde Israel al destino egipcio y turístico por excelencia. Era Sharm El Sheik, en el Mar Rojo. La ruta comunicaba por fin los 2 principales resorts turísticos de ambos países.

Pero cuando el delicado equilibrio político de Oriente Medio subía de temperatura, la aerolínea fantasma dejaba de operar, como sucedió con la intifada de Palestina en 2002 o con las revueltas de la Primavera Árabe en 2012.

 

Un laberinto para embarcar

 

Si ya reservar era difícil un billete en la propia aerolínea, embarcar en el propio avión desde el aeropuerto egipcio de El Cairo era prácticamente un laberinto kafkiano. Ningún panel de vuelos en el aeropuerto avisaba de la salida del vuelo y, en ocasiones, como mucho, figuraba crípticamente con el código de IATA 4D.

Era la única forma de identificar los vuelos de Air Sinaí. Además, ningún panel del aeropuerto remarcaba o indicaba tampoco en qué mostrador debía hacerse la facturación o «Check In» del vuelo.

La única manera (con instrucciones precedentes del que te hubiera vendido el billete discretamente) era esperar la fila de vuelos con destino Roma o París. Al llegar tu turno, el empleado discretamente te daba la tarjeta de embarque para el vuelo de Air Sinaí.

 

Y ahora curiosamente ya acepta pagos con tarjeta de crédito, además de con libras egipcias. Su web no está alojada ni en Egipto ni en Israel, curiosamente está registrada en UK. Además figura como una agencia de viajes. No posee perfiles públicos ni publicitarios en las redes sociales y en la web no figura ni una sola foto de la flota de sus aviones ni se dan datos de la compañía aérea.

 

A los pasajeros se les indicaba en el mostrador que no se detuviesen en lugares tan típicos como el Duty Free o tomando un café. Todos los pasajeros debían ir directos sin detenerse hacia a una puerta cuya única indicación era “4D-54”. Allí deberían esperar en una fila que se iba formando a medida que llegaban los pasajeros.

 

Directos a la puerta de embarque y sin preguntar

 

De ahí se les conducía a un autobús que los llevaba hasta un avión de la compañía ubicado en un punto alejado y discreto del Aeropuerto de El Cairo donde hubiera los menos ojos posibles que pudieran observar el embarque del avión.

Si a algún pasajero se le pasaba por la cabeza preguntar en el aeropuerto a algún empleado de seguridad o a algún policía egipcio por el vuelo a Tel Aviv de Air Sinai, lo más liviano que podría haber sucedido es que le diesen indicaciones falsas.

En Septiembre de 2019, en Air Sinaí, se dieron algunas novedades. Por ejemplo, reemplazó sus aeronaves Embraer E-170 por 2 modernos Airbus A220. Estos incrementaban sus plazas a bordo, de las antiguas 76 plazas de los Embraer E-170 a las 135 plazas de los nuevos Airbus A220.

 

Una web sospechosa

 

Sorprendentemente, en internet surgió la web de “Fly Air Sinaí” hace pocos meses de manera pública. Ofrece vuelos desde Tel Aviv a El Cairo con billetes a un precio aproximado de unos 660 Euros para una ruta que dura tan solo menos de 50 minutos de vuelo. Y ahora curiosamente ya acepta pagos con tarjeta de crédito, además de con libras egipcias.

La web no está alojada ni en Egipto ni en Israel. Curiosamente está registrada en UK y figura como una agencia de viajes. No posee perfiles públicos ni publicitarios en redes sociales. En su web no figura ni una sola foto de la flota de sus aviones ni datos de la aerolínea.

En un momento dado, la prensa se interesó por el oscurantismo de esta aerolínea y se puso en contacto con la agencia de viajes. Desde ella, se afirmó que no tenían ningún tipo de relación oficial con Air Sinaí.

 

En Septiembre de 2019, en Air Sinaí se dieron algunas novedades. Por ejemplo, reemplazó sus aeronaves Embraer E-170 por 2 modernos Airbus A220. Estos incrementaban sus plazas a bordo de las antiguas 76 plazas de los Embraer E-170 a las 135 plazas de los nuevos A220.

 

 

A causa de la crisis del Coronavirus Covid19, ambos aeropuertos en Israel y Egipto han restringido las operaciones al límite. Air Sinaí tampoco estuvo volando ni lo está haciendo todavía. Cabría ver en un futuro cercano, cuando retomen los vuelos, si esta aerolínea fantasma regresa bajo el mismo halo de misterio que la acompañó en su historia.

Fuentes: www.cerosbe.com, IATA.