Atentado del Avianca HK1803, el vuelo de la muerte. Un Boeing 727 de Avianca explota en el aire en las inmediaciones del municipio de Soacha (Cundinamarca). Lunes, 27 de Noviembre de 1989, 07:19 am. La noticia trascendió de inmediato. En los primeros minutos se creyó que se trataba de un accidente aéreo, pero tras las investigaciones días después, se supo la verdad. Una vez más, el narcoterrorismo del Cartel de Medellín había perpetrado un salvaje atentado que dejó 107 personas muertas. Os lo cuento en mi artículo.
Bienvenidos a bordo de nuevo, amigos de los «Misterios Aéreos». Una vez más, regresamos con una nueva y siniestra historia ocurrida en los cielos del planeta. Esta vez volamos directamente a Colombia, al Aeropuerto de El Dorado, Bogotá, donde comienza esta insólita y tremenda historia aérea llena de muerte, de desgracia, de conspiración…
La escena del atentado
Cuando el reloj marcaba las 07:13 am, el vuelo HK 1803 de Avianca, pilotado por el Comandante José Ignacio Ossa, despegó hacia Cali. 2 minutos después, el Capitán Ossa comunicó a control que se encontraba sobre la radio-ayuda de Techo. Segundos después se perdió contacto con el avión. En ese momento, habitantes de Soacha avisaron a la prensa para informar que habían visto un avión explotando en el aire.
Era el vuelo HK 1803 de Avianca. Se partió en pedazos y los cuerpos destrozados de los 107 ocupantes quedaron esparcidos en un área de 5 Km sobre el cerro Canoas, Soacha. Enseguida los equipos de rescate llegaron para encontrar supervivientes del espantoso atentado terrorista.
Entre hierros retorcidos, trozos del fuselaje del avión, maletas, documentos y ropas, lo único que quedaron fueron los cuerpos mutilados de los 107 ocupantes. La escena no pudo ser peor. Horas después, envueltos en bolsas negras de polietileno, se fueron colocando los cadáveres en una fila siniestra.
Autoría del atentado
Al principio se barajó el accidente por causas técnicas. Poco a poco se fue develando el misterio del atentado terrorista. A la prensa le llegaron chivatazos de que era una nueva acción del grupo “Los Extraditables” y los vecinos daban fe de cómo el avión de Avianca había explotado en el aire.
Aviación Civil de Colombia, Fuerza Aérea de Colombia y autoridades judiciales, con el apoyo del FBI, comenzaron sus investigaciones pero la prensa ahondaba en señalar el atentado terrorista.
Un hombre que se identificó como Julio Santo Domingo acudió la tarde del domingo 26 de Noviembre de 1989 al Puente Aéreo de Eldorado y compró dos billetes para el primer vuelo del día siguiente a Cali. Pagó en efectivo y el segundo billete quedó registrado a nombre de Alberto Prieto.
Al día siguiente, el mismo hombre tramitó los dos billetes y no facturó equipaje. Ambos pasajeros ingresaron a la sala de espera pero en el momento de la última llamada de embarque, uno de ellos puso excusas por su salud y se marchó de la sala de embarque del aeropuerto.
El sospechoso del ataque a bordo
El vuelo HK1803 partió con un asiento vacío, el asiento 15F. Los investigadores comprobaron que el sospechoso había dado una dirección y teléfono falsos. Avianca publicó en prensa una declaración para informar que, de acuerdo a sus investigaciones, el siniestro aéreo había sido provocado por una bomba.
A partir de ahí, quedó claro que una vez más el Cartel de Medellín había asesinado a gente inocente. La organización terrorista creía que en ese avión iba a estar el candidato presidencial César Gaviria. Esa fue la razón del salvaje atentado.
Años después, uno de los artífices del atentado, el narcoterrorista Carlos Mario Alzate Urquijo, alias ‘El Arete’, reveló detalles del atentado. Confirmó que el atentado iba dirigido contra César Gaviria pero que falló la información que solía llegar de agentes del DAS. Después ratificó que la orden la dio Pablo Escobar, respaldado por otros mafiosos.
Agregó que, cuando recibió la orden de Pablo Escobar, tuvo el apoyo de Dario Usma Cano, alias ‘Memín’, quien se encargó de comprar los billetes y conseguir al hombre que, engañado, subió el explosivo camuflado a bordo y murió en el atentado. En el argot del Cartel de Medellín, se le llamaba al engañado un “suizo”, un suicida que nunca supo que iba a morir.
El montaje de la bomba, según ‘El Arete’, fue obra de él mismo y la técnica utilizada fue la misma que entonces usaban los terroristas de ETA en España.
El objetivo del atentado no estaba a bordo del HK1803
En cuanto a César Gaviria, ese día sí viajó a Cali pero en un avión privado. 6 meses después fue elegido Presidente de la República y gobernó hasta el año 1994. El atentado terrorista contra el avión de Avianca dejó en la memoria de los colombianos una muestra del alcance terrorista de la organización que lideraron Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha y otros mafiosos de la época. La historia del vuelo HK-1803 constituye uno de los episodios más graves en la guerra que libró la mafia contra la sociedad y el Estado en los años 80.
En memoria de las víctimas del atentado
Esta historia nos deja otra insólita historia dentro de la tragedia. Jaime Vanegas Sánchez, uno de los pasajeros, siempre tuvo el presentimiento de que iba a morir en un avión y se lo contó a su esposa Elizabeth Ballén. Le dijo en una ocasión:
«-Flaquita, yo creo que me voy a morir en un pájaro de esos, estrellado en un cerro». Esa frase cobró sentido la mañana del atentado cuando el Boeing 727 de Avianca explotó en el aire.
El recuerdo de los 107 colombianos asesinados en vuelo que pagaron con su vida la demencia de unos pocos siempre permanecerá. El tenor Gerardo Arellano, el ejecutivo Alfredo Azuero, el biólogo alemán Henry Von Prahl Bauer, el técnico Gonzalo Coatiz, el copiloto del avión Fernando Pizarro, el arquitecto Andrés Escavín, el funcionario Ricardo Ponce de León, el asesor presidencial Andrés Felipe Alameda… y así hasta 107 víctimas de este triste y sangriento episodio de la historia de Colombia.
Con este artículo rindo homenaje a todos los asesinados injustamente en aquel atentado contra el Avianca Hk-1803.
Descansen en paz…
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