El desaparecido “Cuatro Vientos”. Último reto aeronáutico español. Diseñado para cumplir con la historia, desapareció para siempre en México. Corría la madrugada del 10 de Junio de 1933. Por aquel entonces, el “Cuatro Vientos” despegó para cumplir su cita con la historia y desgraciadamente lo que cumplió fue una de las desapariciones más famosas sin resolver a día de hoy. Os lo cuento en mi artículo.
Bienvenidos a bordo, amigos y amantes de los «Misterios Aéreos». Nos situamos en el Aeródromo de Tablada, en Sevilla, España, en 1933. El Ejército del Aire de España se dispone a intentar una de las hazañas aérea todavía sin conseguir por la aviación mundial. Unir sin escalas la ciudad de Sevilla con Cuba y proseguir luego hasta México. Para ello, usarían la aeronave bautizada como el «Cuatro Vientos». Esta madrugada, 10 de Junio de 2020, se han cumplido 87 años.
La hazaña del «Cuatro Vientos», el reto de los retos
Como sabéis, siempre hemos tratado muchas desapariciones de aviones en este blog. Algunas de ellas, muy famosas, aunque siempre estamos acostumbrados a leer desapariciones sin resolver protagonizadas por aviones extranjeros. En esta ocasión os invito a conocer una de las historias más apasionantes y enigmáticas de la aviación española.
Tras los diferentes raids (intentos por lograr nuevas hazañas aéreas), el Ejército del Aire de España ya había unido todos los países de habla hispana. Pero aún quedaba pendiente un vuelo, quizá el más difícil de todos. El vuelo Sevilla – Cuba (la distancia más larga hasta entonces), vuelo que exigía una profunda preparación del viaje y unos requerimientos técnicos adicionales.
Para ello, sería necesaria una navegación perfecta a lo largo de un prolongado recorrido sobre el mar, no conseguido hasta aquel momento. Según el historiador Jesús María Salas Larrazábal, fue este el más difícil. 6.000 Km deberían de cubrirse sobre la superficie del océano.
Para este difícil reto, se designó a Mariano Barberán y Tros de Ilarduya, director en aquel momento de la Escuela de Observadores. Persona de gran prestigio internacional, por su experiencia y conocimientos en navegación aérea, Barberán fue la persona que preparó junto a Ramón Franco (hermano de Francisco Franco) el vuelo del “Plus Ultra” de 1926.
Los tripulantes elegidos para el «Cuatro Vientos»
Barberán solicitó como piloto y compañero en el raid a Joaquín Collar y Sierra, de amplia experiencia militar obtenida durante la Guerra de África y en el cual confiaba ciegamente. Había participado en el intento de Golpe contra la Monarquía de 1930 y su fracaso lo llevó a exiliarse temporalmente en Francia.
El 3º miembro del equipo fue el Sargento Mecánico Modesto Madariaga, experto profesional y veterano de anteriores raids del Ejército Español. Veterano de la Patrulla Atlántida (1926-1927) o del malogrado intento de dar la vuelta al mundo junto a Ramón Franco en el hidroavión Dornier Super Wal “Numancia”.
«Cuatro Vientos», la última evolución del CASA Breguet XIX Súper TR
El avión designado fue la enésima versión del Breguet XIX, la TR “Superbidón”. Este modelo derivaba de los Gran Raid y del modelo Breguet XIX TF Super Bidon francés “Point d´Interrogation”, utilizado por los aviadores franceses Costes y Bellonte en su vuelo París – Nueva York, en Septiembre de 1930.
El nuevo avión iba a contar con algunas modificaciones, con el fin de aumentar el alcance necesario para el nuevo reto. En primer lugar, se aumentó la envergadura y la superficie alar del aparato, quedando en 18,33 m y 59,94 m2 cada una. Con ello aumentaba la capacidad de carga de combustible, calculados en 5.300 litros repartidos entre 7 depósitos.
El principal depósito, situado entre el motor y el piloto, podía contener hasta 3.900 litros, gracias a las modificaciones de los ingenieros de CASA. Aumentaron su diámetro en 24 cm. Además, en caso de necesidad, el tanque podía ser rápidamente vaciado en caso de amerizaje del avión, calculándose una flotabilidad del mismo en unas 24 horas aproximadamente. El avión pesaba, totalmente cargado, 6.375 Kg.
Efectuaron algunas mejoras en los carenados del tren de aterrizaje, más estilizados y aerodinámicos. El motor seleccionado fue el motor lineal de 12 cilindros refrigerado por agua Hispano Suiza 12Nb, evolución del anterior. Gracias a las modificaciones en la alimentación (optimización de los 6 carburadores) y a la nitruración del bloque (tratamiento termoquímico que se le da al acero, aumentando dureza y resistencia a corrosión y fatiga), el robusto motor aumentó su potencia. De esta manera, vio aumentada la potencia máxima que era capaz de desarrollar a 720 CV. Se construyó en Barcelona.
Mejoras casi futuristas para la época
En el diseño, mejoraron la cabina para piloto y navegante, quedando completamente cerrada, con cristales irrompibles y deslizable para las tomas de altura. El puesto de pilotaje contaba con toda clase de instrumentos de control del motor (Tacómetro, Termómetros de agua y aceite, Manómetros de presión, Aforadores de combustible, etc…). Además, para el pilotaje y navegación, brújulas e integral de vuelo completo, duplicados en el puesto del navegante en caso de emergencia.
En cuanto al puesto del navegante, disponía de asiento abatible para facilitar los cálculos, iluminación eléctrica y un completo equipo de navegación astronómica (brújula aperiódica, 3 cronómetros, 2 sextantes y regla de cálculo) y a estima (derivómetros). Este completo equipo era fundamental porque el “Cuatro Vientos” carecía de radio y todo dependía del buen criterio de Barberán para realizar las mediciones.
El avión se comenzó a fabricar (nº de serie 195) en la factoría de CASA (Getafe, Febrero de 1933) y fue entregado el 15 de Abril de 1933. Lo entregaron pintado en blanco y con 2 líneas rojas en su fuselaje. El “Cuatro Vientos” despegó de Madrid el 9 de Junio de 1933, a las 15:30h, aterrizando en Sevilla a las 19:15h. Fue alojado en el Hangar de Bombardeo de la Base Aérea. A última hora de la tarde, recibieron el último parte meteorológico desde La Habana: “Tiempo nublado, buena visibilidad, calma aérea, dirección de las lluvias hacia el Oeste, mejorado el tiempo con relación a las 16:00 pm. Vientos flojos y algunas lluvias”.
Llega el 10 de Junio de 1933, el día del despegue del «Cuatro Vientos»
A las 04:45h am del 10 de Junio de 1933, el CASA Breguet XIX “Cuatro Vientos” despega desde la pista sevillana del Aeródromo de Tablada. Realizó una carrera de despegue de 1.500 metros e iba cargado a tope de combustible, rumbo a Cuba. Empezaba así un difícil vuelo que exigía mucha concentración. Pero los hitos se van cumpliendo satisfactoriamente y el binomio pilotos/máquina se entiende a la perfección.
Barberán va tomando lecturas, tal como estaba previsto y Collar va chequeando el excelente funcionamiento del avión. A pesar de alguna leve indisposición de Collar y del cansancio acumulado, el viaje transcurre sin incidentes. Finalmente, a las 15:39h pm (hora local cubana), del 11 de Junio, el “Cuatro Vientos” aterriza en el aeródromo de Camagüey.
Había recorrido 7.600 kilómetros en 39 horas y 55 minutos, a una velocidad promedio de 190 Km/h. La aviación española acababa de cumplir el reto de volar directamente desde España a Cuba sin escalas…
Tras unas horas en Camagüey, el avión es revisado por Madariaga, que acudió desde La Habana, repostado de lubricantes y combustible y preparado para volar a La Habana. Despegarán del aeródromo a las 14:20h, alcanzando el Aeródromo militar de Columbia (La Habana) a las 17:15h. A partir de entonces, se multiplican los homenajes, regalos, recepciones y fiestas, acompañados de Madariaga, del Jefe del Cuerpo de Aviación Cubano, Mario Torres Menier y del embajador español en Cuba, Luciano López Ferrer.
De Cuba a México: Tragedia y Gloria
Precisamente por la magnitud de tanto homenaje y reconocimiento, comienza a cobrarse su tributo el cansancio en el ánimo de los pilotos, cada vez más agotados física y psíquicamente. A ello se le une la propia humedad del lugar. Y no debemos olvidar la ansiedad del Gobierno de México (y del embajador español en México, Julio Álvarez del Vayo), esperando la llegada del “Cuatro Vientos”.
Barberán, cada vez más fatigado, decide despegar el 20 de Junio de 1933, a pesar de las objeciones de Collar, ya que según los testigos de la época también se encontraba fatigado y con molestias estomacales. Pero es Barberán como oficial superior quién decide. En esta ocasión, la ruta elegida, de 1.920 Km, no fue tan meticulosamente preparada como la ruta Sevilla – Cuba.
Al final, deciden copiar las rutas comerciales establecidas por la «PAN AM» en la zona, costeando el Golfo de México y atravesando el mar hacia el Yucatán por el tramo más corto. A partir de ahí, la ruta la marcarían las condiciones meteorológicas. Allí, en el altiplano mexicano, las tormentas son imprevistas y muy peligrosas, por lo que en Veracruz el Ejército de México colocará banderas señalizadoras que les aconseje o no proseguir viaje, ya que los pronósticos manejados son de tiempo inseguro.
Revisan el avión y reparan una fuga de gasolina detectada en el tanque principal por el mecánico Madariaga. Como pieza estructural del aparato, dicho tanque había sufrido torsiones durante los despegues y aterrizajes y era probable que surgieran grietas en el mismo. Curiosamente, varios testigos de la época comentan el mal estado de la hélice propulsora, muy astillada tras el largo vuelo sobre el Atlántico. Sin embargo, no fue reparada ni sustituida. Así mismo, les suministraron 2.000 litros de combustible y todo quedó listo.
El «Cuatro Vientos» despega del Aeródromo de Columbia rumbo a México
El 20 de Junio de 1933, a las 05:55h am, con mal tiempo, el “Cuatro Vientos” despega desde la embarrada pista del Aeródromo de Columbia rumbo a México. A partir de ahí, la información confirmada es que atravesaron el mar y entraron en territorio mexicano, tal y como confirmó un barco cubano. Así mismo, registraron su paso por distintas poblaciones mexicanas. En Yucatán a las 08:45h, Hecelchakan a las 09:30h, Isla Aguada a las 10:25h y por último, Ciudad del Carmen a las 10:45h.
Allí, en la pista de aterrizaje, colocaron una bandera roja que indicaba peligrosas tempestades más adelante. El avión español pasó por la estación cubriendo un círculo completo alrededor de la misma y luego desapareció en dirección a Veracruz. A continuación, lo observaron pasando por Villa Hermosa (11:35h am). Aquella era la última vez en que se vio al “Cuatro Vientos”…
En México, una multitud espera ansiosa al avión español en el Aeródromo de Balbuena. Se estima su llegada a las 17:00h. A las 13:38h, aviones preparados para dar escolta al “Cuatro Vientos” a su llegada a México, salieron a buscarle pero regresaron 4 horas más tarde por las fuertes tormentas. El gentío y las autoridades aguantaron hasta las 19:00h pm.
Comienzan las tareas de búsqueda y rescate
A las 20:30h pm, comenzaron las infructuosas labores de búsqueda del aparato. Madariaga se pone al frente de las mismas, con la ayuda del Gobierno y el Ejército de México. Y por aire y tierra peinan amplias zonas del territorio donde fue avistado el avión por última vez. Pero en vano.
Finalmente, el 30 de Junio de 1933, concluyeron la búsqueda por parte de la aviación, aunque el Ejército de México y cientos de particulares continuaron buscando por tierra hasta el 15 de Julio de 1933. Así mismo, Ramón Franco inició, como Agregado Aéreo en la Embajada de España en Washington, una investigación oficial para esclarecer el asunto. Ninguna conclusión definitiva se obtuvo.
Varias hipótesis planteadas sobre la desaparición
A partir de aquí, el abanico de hipótesis de lo que pudo sucederles es amplio. Unas hablan de que el CASA tuvo que realizar, debido al empeoramiento del tiempo, un aterrizaje de emergencia en las cercanías de la Sierra de Mazateca, Estado de Oaxaca. Gravemente herido Barberán, Collar se alejó del avión para pedir ayuda pero fue encontrado por un grupo de bandidos que los asesinaron para robarles.
Enterado posteriormente el propio Gobierno de México, decidió no comunicarlo a la República de España por las graves repercusiones que ello supondría y tanto los cuerpos como los restos del avión fueron sepultados.
Otra hipótesis contempla la posibilidad de que se estrellasen en el Golfo de México. El 25 de Junio de 1933, 5 días después de la desaparición del “Cuatro Vientos”, apareció en las playas cercanas a Chiltepec, una cámara de un neumático salvavidas usado por el ejército español en aquella época. Tras ser examinada cuidadosamente por Madariaga (y confirmada su fabricación en España) pudo afirmar que era muy probable que perteneciera al avión desaparecido.
De ser eso cierto, sería muy difícil tener esperanzas de encontrar los restos del avión bajo el mar. Además, parte de la documentación de aquella época, custodiada en el Aeródromo de Cuatro Vientos, se perdió durante la Guerra Civil. Existen magníficas monografías que analizan, aceptan y refutan todas las opciones posibles, así que seguiremos dejando este último extremo como un misterio aún sin resolver.
Héroes de España e Hijos Adoptivos de Sevilla
Sea como fuere, los homenajes póstumos tanto en México como en España se sucedieron: impresionantes manifestaciones de condolencia y solidaridad, monumentos y condecoraciones. El 12 de Noviembre de 1933, el Presidente del Gobierno de la II República de España, Diego Martínez Barrio, descubrió una placa conmemorativa en la Base sevillana de Tablada declarando hijos adoptivos de Sevilla a los valientes aviadores.
Y es que su trágico y misterioso fin no empaña la proeza realizada: El último gran vuelo de la aviación española…
«El Cuatro Vientos derribó la barrera mítica del Atlántico medio y significó el vuelo más largo realizado hasta entonces».
Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos de los enigmas aéreos….
Interesante como siempre, como me gusta aprender contigo. Te escucho ,te leo…solo me falta verte,..
Muchísimas gracias por leer el artículo Ángeles y por tu opinión…
Muy interesante este relato, si ya con el vuelo de sevilla, Habana, eran unos verdaderos héroes.
Muchísimas gracias por leer el artículo y por tu opinión David. Un saludo
Muy bueno una historia muy interesante.
Te felicito por lo bien documentada.
Gracias por tu opinión, Enrique. Un fuerte abrazo
Excepcional. Volar así era de gallardia
Desde luego, ellos sí que eran aviadores!!
Que interesante!!! No podia dejar de leer!! Gracias comandante.
Gracias amigo!!!!
Estoy preparando en Barcelona una expo gráfica en el 90 Aniversario del Cuatro Ventos. Quisiera contacar con interesados
mi wsp 615269696 grs coop Enrique Pallarés
Hola Enrique, muchas gracias por contactarme. Cualquier cosa que necesites sobre lo que buscas me puedes consultar o preguntar a través de mi mail ivancp25@yahoo.es; Un abrazo.