La Sombra del Peregrino. Cuenta la historia que hay una sombra que acompaña al peregrino durante el largo trayecto del Camino de Santiago. Así mismo, siente su presencia durante los tramos más duros pero tan solo hay un lugar donde el caminante se encuentra con ella, Y ese lugar es la Plaza de A Quintana. Os lo cuento hoy en mi artículo…

Bienvenidos a bordo, amigos del misterio. En esta ocasión, como a veces ya os tengo acostumbraros, os bajo del avión del misterio para ir a conocer pequeñas historias con leyendas. Historias que ya conocemos pero realmente no sabemos si son veraces o son mentiras. No obstante, analizaremos el grado de realismo de algunas de ellas.

 

Peregrino

Plaza de A Quintana. Esta explanada, junto a la Catedral está dividida en 2 niveles, separados por una escalinata que parte su superficie en dos. La que queda en la parte superior se llama Quintana de Vivos. La de abajo se conoce como Quintana de Mortos (de muertos).

 

La Leyenda De La Sombra del Peregrino

 

Hoy os traigo una pequeña leyenda gallega, de Santiago de Compostela (La Coruña, Galicia, Noroeste de España) que lleva por nombre «La Sombra del Peregrino». Una leyenda que quizá, sea la leyenda con más eco de las que se cuentan sobre Santiago de Compostela. Así mismo, una historia que se ha convertido, en los últimos años, en una de las imágenes más icónicas y fotografiadas de Santiago. También ya es una de las más reproducidas, con impresiones en camisetas, carteles o taxis.

La sombra, que surge entrando la noche cuando se enciende el alumbrado de esta plaza (una de las 4 plazas que rodean a la Catedral), se puede contemplar en la base de la Torre del Reloj, junto a la Puerta Santa. Para muchos, representa la imagen de un peregrino con vestimenta medieval, sombrero y bordón. Sin embargo, su génesis, mucho más terrenal, se debe al reflejo creado por la iluminación nocturna de la basílica sobre un pilar de granito.

 

Peregrino

Santiago el Mayor pertenecía al llamado «círculo de dilectos» de Jesús de Nazaret, que estuvo con él en las ocasiones más especiales.

 

Los orígenes del culto al Apóstol Santiago (conocido como Santiago El Mayor) en «Gallaecia» se pierden a lo largo de la historia. A finales del Siglo VII se difundió, al Noroeste de la Península Ibérica, la leyenda de que Santiago el Mayor fue enterrado en esas tierras, tras evangelizarlas. No obstante, esta idea es recogida en la Península por el tratado «De Ortu Et Obitu Patrum», de Isidoro de Sevilla y en Inglaterra por el Obispo Aldhelmo de Malmesbury.

 

Distintas versiones de la misma leyenda

 

La imagen ya acumula un sinfín de leyendas. Hay quienes creen que refleja el alma de un peregrino que se quedó para siempre en la Catedral. Sin embargo, para otros, recuerda la figura de un peregrino francés del siglo XV. Podría tratarse de Leonard du Revenant, que fue hijo de un noble de París. Sobre sus hombros, pesarían 3 muertes y un triste destino.

Sin embargo, la versión más extendida (y final trágico) nos conduce a la trayectoria de un sacerdote de la Catedral, que estaba enamorado de una monja de clausura del Convento de San Paio. Convento emplazado al otro lado de la Plaza de A Quintana. La tradición mantiene que el religioso se reunía con ella a través de un pasadizo que existía bajo la escalinata de A Quintana y por el que se comunicaban catedral y convento.

 

Hay quienes creen que refleja el alma de un peregrino que se quedó para siempre en la Catedral. Para otros, recuerda la figura de un peregrino francés del siglo XV. Podría tratarse de Leonard du Revenant, que fue hijo de un noble de París.

 

Pasado un tiempo, el sacerdote, cansado de la situación, propuso a su amada escaparse juntos. Se citó con ella al anochecer, en la Plaza de A Quintana y allí se presentó con la vestimenta del peregrino medieval. Vestido de esta manera y con esa indumentaria, conseguiría no llamar la atención. La esperó pacientemente pero, sin embargo, ella no acudió. La leyenda mantiene que, aún así, noche tras noche, el enamorado (o su sombra) aún acude a su cita. Y la sigue esperando eternamente…

 

¿Y si fuese la sombra del peregrino Leonard du Revenant?

 

Anteriormente lo he citado. Nos situamos en el Siglo XV. Se llamaba Leonard du Revenant, hijo de un hombre de la nobleza francesa, de París. Su triste historia impresiona, dado que cometió el asesinato de su propio padre. Y lo hizo con la esperanza de hacerse con toda su fortuna. Así mismo, fue juzgado por el mismísimo Duque de Borgoña (Felipe III «El Bueno»). Y éste, en lugar de ejecutarlo, le impuso “la pena” de realizar el Camino de Santiago..

De esta manera, emprendió su viaje rumbo a Santiago, realizando la parte del Camino Francés de la ruta peregrina. El Camino Francés es el Camino de Santiago en el que confluyen la mayoría de las vías medievales de peregrinación europeas, siendo por lo tanto, el camino de mayor relevancia histórica y el más seguido por los peregrinos.

 

Peregrino

Aquí nace la leyenda de que Leonard se aparece noche tras noche en la Plaza de A Quintana, esperando a que las almas de sus víctimas lo perdonen para obtener ese perdón definitivo por los crímenes cometidos

 

Pero durante su viaje, llegó a enamorarse de una muchacha joven, posadera y que ya estaba comprometida. Y es así como llegó su frustración al no ser correspondido por aquella joven mujer. Este desenlace le llevó a asesinar al joven prometido de la posadera. Así mismo, luego secuestró a la muchacha, la violó y la asesinó. En este momento, a sus espaldas, ya llevaba el asesinato de su propio padre y de esta joven pareja de enamorados. 3 crímenes.

 

Leonard du Revenant se disfraza de monje franciscano

 

Dado que temió por su vida por ser condenado a muerte por aquellos crímenes, se hizo pasar por monje franciscano para disimular su persona y continuó su viaje hacia Santiago. A su llegada, no encontraba posada para alojarse por estar todas llenas y decidió dormir en una calle próxima a la Catedral de Santiago.

 

Aquí se aprecia perfectamente en qué localización se aparece la sombra del peregrino en la Plaza de A Quintana. Cuanto menos, la visión, aún con su explicación lógica, es inquietante.

 

Y es cuando esa misma noche, mientras dormía, su padre asesinado se le aparece en un sueño. Le comunica que le ha perdona su propio crimen pero sabiendo del asesinato de la joven pareja, le traslada que tiene que cumplir condena por ambos asesinatos. Así mismo, para lograr aquella absolución, Leonard debe esperar a que las almas de los asesinados lleguen a Santiago de Compostela. Es así como ellas mismas le concederían su perdón.

Leonard se asustó mucho con aquello que soñaba y, ni corto ni perezoso, decide atacar a su padre de nuevo (en sueños) pero Leonard cae asesinado por su padre. Aquí nace la leyenda de que Leonard se aparece noche tras noche en la Plaza de A Quintana, esperando a que las almas de los jóvenes lo perdonen para obtener ese perdón definitivo.

 

Iván Castro Palacios
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