Detenido Assange en Londres, fundador de Wikileaks. Desveló la mentira de Boeing en torno al caso 737 MAX. La noticia ha sorprendido a la sociedad mundial por completo. Esta noticia de última hora nos hace pensar que quién osa desafiar al poder de los Gobiernos, corre la más que probable suerte de terminar entre rejas, o incluso de correr una suerte mucho peor.

Buenas tardes a todos, amigos de los «Misterios Aéreos». Nos encontramos en esta jornada con la última hora sobre la detención en la Embajada de Ecuador, en Londres, del fundador de Wikileaks, Julian Assange.

También debemos de recordar que la detención de Assange se convierte en una auténtica bomba de relojería. Assange ya había comentado, en una entrevista con los lectores del diario británico «The Guardian», que había distribuido documentos codificados de alto secreto entre más de 100.000 personas y diversos medios de comunicación para que fuesen publicados en el caso de que le pase algo.

La noticia ha cogido de sorpresa al mundo entero puesto que la Policía británica ha detenido al fundador de Wikileaks dentro de la propia embajada de Ecuador, tras retirarle este país el asilo político y la protección que le llevaba dando durante los últimos 7 años. ¿Por qué ha sido hoy precisamente cuando se ha ejecutado la detención de Assange?

Pues lo cierto es que hoy, estando EEUU en plena crisis económica en el sector aeronáutico, hemos conocido que Boeing está perdiendo mensualmente casi 1.000 millones de dólares con la crisis de los Boeing 737-800 MAX y Boeing 737-900 MAX. Desde luego son cifras alarmantemente altas, unidas a un descenso de producción de nada más y nada menos que del 30% en las factorías de la constructora aeronáutica americana.

¿Qué tiene que ver Wikileaks con Boeing y su crisis? Mucho, muchísimo; mucho más de lo que todos nos imaginamos. Como ya bien sabéis todos, Wikileaks ha sido la principal fuente de información en los últimos años, donde la gente de a pie podíamos consultar todos los archivos y documentos secretos de todos los trapos sucios que guardan los Gobiernos y las Naciones de este planeta.

Sin ir más lejos, una de las principales informaciones más sensibles que aireó Wikileaks sobre Boeing fue que Lula, ex-presidente de Brasil y preso hoy en día, fue para los americanos uno de los mayores obstáculos para la compra de aviones de construcción norteamericana. Lula era un auténtico obstáculo en Brasil en la compra de aviones del modelo Boeing. Lula no se escondía a la hora de decantarse por la compra de aviones europeos, en concreto franceses, dejando a Boeing sin un contrato millonario.

Un cable de la Embajada de los EEUU en Brasilia al Departamento de Estado indicó que Lula «no ocultaba que prefiere el avión tipo Dassault», en referencia a los aviones militares de combate Dassault Rafale, ofrecidos por Francia. El cable hace referencia a que un Comandante de las Fuerzas Aéreas de Brasil le dijo al representante diplomático de Washington que él prefería una oferta de largo alcance de la firma americana Boeing por 36 aparatos militares tipo F/A-18 Super Hornet, debido a que «son un modelo de combate muy confiable y el mantenimiento es simple y efectivo en cuanto al coste que supone». Según  el resto de los cables, el Super Hornet recibió la evaluación técnica más favorable de las Fuerzas Aéreas Brasileñas y es la elección de los operadores.

 

Un cable de la Embajada de los EEUU en Brasilia al Departamento de Estado indicó que Lula «no ocultaba que prefiere el avión tipo Dassault», en referencia a los aviones militares de combate Dassault Rafale, ofrecidos por Francia. El cable hace referencia a que un Comandante de las Fuerzas Aéreas de Brasil le dijo al representante diplomático de Washington que él prefería una oferta de largo alcance de la firma americana Boeing por 36 aparatos militares tipo F/A-18 Super Hornet.

 

Brasil negoció con varias naciones como Francia, EEUU o Suecia, un acuerdo para adquirir aviones de combate con el fin de renovar su flota. De acuerdo con los cables citados por Wikileaks, Brasil ha buscado comprar los aviones Rafale y adquirir la tecnología para construirlos y exportarlos a otros países latinoamericanos para el año 2030. Se esperaba así que Brasil adjudicase el contrato por 4.400 millones de dólares americanos en el futuro.

 

Cómo están implicados los funcionarios de los EEUU en las ventas de Boeing

 

La fusión del poder estatal y corporativo en EEUU queda demostrada en una gran cantidad de cables que detallan cómo los funcionarios del Departamento de Estado de EEUU actúan como agentes de ventas para grandes corporaciones. Una de ellas, sería Boeing. Wikileaks descubrió que los diplomáticos de los EEUU han promovido activamente la venta de aviones comerciales construidos por Boeing.

Cientos de cables de Wikileaks muestran que Boeing tenía un personal de ventas de diplomáticos americanos que llegaban hasta los niveles más altos de los gobiernos, llegando incluso a sabotear ventas del rival europeo Airbus. Ofrecieron contratos suculentos de aviones comerciales a Jefes de Estado y ejecutivos de aerolíneas en Arabia Saudí, Bahréin, Jordania, Turquía y otros países. Los documentos de Wikileaks demuestran que todavía existen pedidos de sobornos, o por lo menos pagos a intermediarios sospechosos.

En un negocio de unos 3.400 millones de dólares americanos, la Embajada de los EEUU en Estambul, Turquía, presionó por la venta de aviones Boeing a Turkish Airlines, según un cable de Enero del año 2010 que publica Wikileaks. A cambio, el Presidente de Turquía pidió al gobierno de Obama que permitiera que un astronauta turco participara en un vuelo espacial de la NASA. La parte más intrigante e irónica del cable es el desconcierto del Embajador de los EEUU ante las relaciones del Gobierno de los EEUU y del Gobierno de Turquía y lo que es ostensiblemente una venta comercial entre firmas privadas. El propio embajador norteamericano se queja en el cable de que esto constituye “un grado inoportuno, pero no sorprendente, de influencia política en esta transacción”. La acusación es evidente en cuanto a que existe influencia política inadecuada entre el gobierno turco y una línea aérea privada.

El cable dice a continuación: “Probablemente no podemos poner en órbita a un astronauta turco, pero hay programas que podríamos emprender para fortalecer la capacidad de Turquía en esta área que satisfagan nuestros propios objetivos de mejora de la seguridad de la aviación. En todo caso, debemos mostrar alguna reacción ante la vaga solicitud del ministro si queremos maximizar las probabilidades de la venta.”

Wikileaks también aireó el negocio entre árabes y estadounidenses ya que Arabia Saudí anunció un acuerdo con Boeing para comprar aviones por más de 3.300 millones de dólares americanos, negocio que fue dirigido por funcionarios estadounidenses al más alto nivel. A finales de 2006, George W. Bush escribió una carta que hizo llegar personalmente al Rey Abdullah de Arabia Saudí, implorando prácticamente al Rey que comprara unos 43 aviones Boeing para modernizar Saudi Arabian Airlines, y 13 aviones comerciales privados para la flota real saudí.

 

Wikileaks también aireó el negocio entre árabes y estadounidenses ya que Arabia Saudí anunció un acuerdo con Boeing para comprar aviones por más de 3.300 millones de dólares americanos, negocio que fue dirigido por funcionarios estadounidenses al más alto nivel.

 

La respuesta del Rey Abdullah fue pedir al Gobierno de los EEUU y al Presidente Bush que instalaran en su avión privado el mismo equipo de alta tecnología utilizado en Air Force One. Sugirió que si los EEUU satisfacían su pedido, haría una gran compra de aviones Boeing para la familia real y Saudi Arabian Airlines. Y como no podía ser de otra manera, el Rey Abdullah consiguió su avión totalmente equipado al estilo Air Force One y Boeing ganó miles de millones.

Wikileaks también hizo público un cable de principios del año 2008, que detallaba un plan que consiguió sabotear exitosamente una venta de Airbus. En Diciembre del año 2007, la línea aérea propiedad de Bahréin, Gulf Air, anunció planes para la compra de una nueva flota de aviones Airbus. Funcionarios de Boeing alertaron al Departamento de Estado, que intervino de inmediato instando a Gulf Air a que comprara aviones del tipo Boeing en su lugar. Después de meses de intenso cabildeo del embajador, el príncipe heredero y el rey de Bahréin aceptaron desechar la compra de Airbus. Ordenaron a Gulf Air que reabriera negociaciones con Boeing y finalmente consiguieron el negocio tasado en 6.000 millones de dólares, el cual se firmó cuando el presidente Bush visitó Bahréin.

 

La estafa de Boeing de certificarse aviones a ellos mismos

 

El asunto es tan sospechoso que comienza a demostrarse también la estrecha relación entre el fabricante y la FAA, que es la encargada de certificar los nuevos aviones y los rediseños de aviones existentes.

Wikileaks usó el testimonio de empleados del Gobierno de los EEUU, los cuales dicen que hace 7 años avisaron de que Boeing tenía demasiado poder dentro de la Agencia Estatal FAA en el proceso de aprobación de los nuevos aviones. Aquella denuncia interna supuso una investigación por parte del Ministerio Americano de Transportes, la cual concluyó que había que evitar que Boeing no estuviera descontrolada. La investigación concluyó con que Boeing también había creado un mal ambiente de trabajo entre los trabajadores de la FAA que tienen que aprobar los modelos de aviones. Muchos de ellos afirmaron que temían represalias si hablaban.

 

Wikileaks también hizo público un cable de principios del año 2008, que detallaba un plan que consiguió sabotear exitosamente una venta de Airbus. En Diciembre del año 2007, la línea aérea propiedad de Bahréin, Gulf Air, anunció planes para la compra de una nueva flota de aviones Airbus. Funcionarios de Boeing alertaron al Departamento de Estado, que intervino de inmediato instando a Gulf Air a que comprara aviones del tipo Boeing en su lugar.

 

Algunas fuentes del Departamento de Transportes de los EEUU indicaron a la prensa que la certificación del Boeing 737 MAX estaba siendo revisada antes del segundo de los accidentes. Sabían que estaban certificando aviones con fallos, por lo tanto. La tensión en el entorno de Boeing y de la FAA está aumentando. Una parte del software de control de vuelo del que se sospecha pudiera ser la causa de los dos accidentes de este avión, fue certificada por la propia Boeing y no por la FAA. 

Boeing tiene estos días problemas también con sus Boeing 787, los cuales, en al menos 2 aerolíneas han perdido ambos motores en vuelo, dejando de funcionar. Otra grave crisis más a las puertas de la factoría americana. Como todavía hay decenas de miles de cables de las embajadas divulgados por WikiLeaks que no se han publicado, seguro que existen miles de episodios que demuestran la cooperación entre Boeing y el Gobierno de los EEUU en una sucia e ilegal guerra abierta contra sus competidores directos que aún no han sido descubiertos.

Seguiremos informando a medida que conozcamos nuevos detalles de Wikileaks sobre los ocultos tejemanejes de Boeing y de los EEUU. Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos …