30 de Junio de 2009, una niña de 13 años llamada Bahía Bakari, que no sabía nadar, sin chaleco salvavidas y con tiburones alrededor en un mar violentamente agitado, es la única superviviente del accidente del Yemen Airlines. Multitud de accidentes aéreos han dejado en sus dantescos escenarios un solo superviviente entre cientos de personas. ¿Obra de Dios? ¿Destino? ¿Azar? Esas personas fueron los llamados “elegidos o protegidos”. Os cuento su historia en mi blog …
Bienvenidos de nuevo a bordo, amigos de los Misterios Aéreos. Hoy quiero continuar con una segunda entrega de esas historias milagrosas que la semana pasada recuperamos del baúl de los recuerdos. Increíbles casos de supervivencia en accidentes aéreos donde toda posibilidad de supervivencia en medio de tanta destrucción es prácticamente inexplicable. Ya os comenté en la última entrada que quizá la mano de Dios les había concedido el milagro de disfrutar de una segunda oportunidad en la vida, o tan solo la fortuna de ciertas personas se había manifestado en aquellas ocasiones; quien sabe si el aura positiva que algunas personas portan les salvó de aquella muerte segura. El destino es caprichoso, según el caso de cada persona, y se comporta de forma aleatoria dependiendo de la vida del individuo del que se trate. Como os comenté en el primer artículo, ciertas personas sobreviven a situaciones de las que nadie podría haberse salvado. Son los auténticos protegidos. Veamos esta semana algunos casos más recientes en la negra historia de la aviación comercial que no dejarán de sorprendernos.
Quizá ahora mismo vaya a comentar el caso más espectacular que hoy nos ocupa. Viajemos al 26 de Enero del año 1972. Estamos a bordo del vuelo 367, una aeronave del tipo DC-9 de una compañía aérea yugoslava llamada JAT (Líneas Aéreas Yugoslavas) con 28 personas a bordo que, mientras realizaba su vuelo de crucero tranquilamente desde Estocolmo hacia Belgrado, sufre un atentado con una bomba a bordo, mientras vuela a más de 10.000 metros de altitud (unos 30.000 pies). El avión estalla en pleno vuelo. Los culpables, terroristas croatas que habían logrado introducir una bomba a bordo. El avión estalló en diez mil partes y la posibilidad de supervivencia era, incluso, por debajo de cero. Las personas que viajaban a bordo salieron despedidas y prácticamente muertas en el acto a causa de las consecuencias de la explosión a bordo. Cuando la bomba hizo explosión a bordo, una de las azafatas de vuelo, llamada Vesna Vulovic, realizaba las tareas del servicio a bordo. Salió despedida del avión, junto a los pasajeros fallecidos. No debía de volar ese día pues ella libraba pero le cambió el turno a una compañera debido que ésta última estaba enferma y Vesna acudió a sustituirla. Vesna Vulovic cayó a tierra desde una altitud de 10.000 metros y su caída al vacío duró aproximadamente unos 3 minutos. Sí, fue un milagro.
Sobrevivió a la caída. En el impacto contra el suelo, Vesna se rompió las piernas, se partió varias vértebras y se destrozó el cráneo. No hay explicación médica posible para explicar cómo logró sobrevivir a ese terrible impacto. Fue localizada por casualidad por un ciudadano alemán, que curiosamente, había sido médico durante el conflicto de la II Guerra Mundial; logró así darle los primeros auxilios y gracias a ellos, Vesna pudo sobrevivir. Actualmente, Vesna Vulovic está registrada en el libro Guiness de los Récords por ser la persona que ha podido sobrevivir a la caída más alta registrada sin paracaídas. En Serbia es considerada una auténtica heroína y su historia dio la vuelta al mundo entero. Ha sufrido multitud de operaciones médicas para ir curándose de las heridas sufridas en aquel atentado. Incluso logró volver a trabajar en la misma compañía aérea pero claro, sin volar. La colocaron de nuevo en un despacho con trabajo de oficina. Vesna fue la elegida de aquel trágico vuelo. La protegida…
El día 3 de Septiembre del año 1997, sucedió a bordo del vuelo 815 de Camboyan Airlines, que llevaba 66 personas a bordo, un auténtico milagro. El avión se disponía a aterrizar en el Aeropuerto de Camboya en medio de una terrible y dura tormenta que azotaba la zona en aquel momento. Después de sufrir los efectos en vuelo de la devastadora tormenta, los pilotos no logran mantener el control del aparato y se termina estrellando. 65 personas murieron en el acto cuando el avión impactó contra el suelo. Solamente se salvó un pasajero. Era un pequeño bebé de 1 añito de edad, que se llamaba Phai Bun. No solamente no llegaron primero al lugar los servicios de salvamento y rescate sino que los primeros en acudir fueron los saqueadores y ladrones de la zona. Precisamente fueron estos los que encontraron con vida al bebé Phai Bun. Ellos lo rescataron. Precisamente, para más bajeza moral de estos ladrones, se encargaron de vender en el mercado negro, nada más y nada menos, que una de las cajas negras que robaron del lugar del accidente. La vendieron por 200$ miserables dólares. Cuando llegó a manos de las autoridades, se demostró, tras analizarla, que el accidente se debió a un error humano de los pilotos. Phai Bun sobrevivió, el bebé milagro del vuelo 815 de Camboyan Airlines. Fue el único elegido de aquel vuelo.
El 19 de Enero del año 2006 sucedió en Hungría un espantoso accidente aéreo que tuvo como protagonista a un avión del tipo Antonov que transportaba a 42 militares a bordo. Este aparato sobrevolaba Hungría en aproximación al aeropuerto de destino, cuando el piloto al mando del avión confundió las luces de una población con las luces de aterrizaje de la pista que buscaban. Tras este error, el avión inició un descenso mucho antes de tiempo y terminó colisionando con una colina cercana al aeropuerto al que se dirigían. 41 militares murieron en el acto tras el violento choque contra la montaña. Pero milagrosamente sobrevivió una sola persona. Se trataba del Teniente Martin Fakas. Este militar, antes de que el avión sufriera el impacto mortal, entró al lavabo del avión. Curiosamente, esta acción lo salvó. El impacto fue brutal pero la caja, dentro del fuselaje, en la que iba encajada el lavabo, amortiguó un poco el golpe, lo suficiente para que el Teniente Fakas no muriese en el acto.
Los restos en llamas del fuselaje del avión quedaron diseminados por el bosque de la colina en la que colisionó, rodeados de los cadáveres de los militares fallecidos, 41 muertos en solo unos segundos. La nieve era abundante en aquella trágica jornada pero Martin Fakas sobrevivió inexplicablemente al impacto, a sus heridas y al frío extremo hasta que llegaron los primeros equipos de rescate y lo sacaron con vida de aquel lugar. Nadie pudo darle una explicación mínimamente lógica a cómo pudo Fakas salvarse. Tuvo lesiones internas muy graves y una fuerte conmoción cerebral. Los médicos tuvieron que tenerlo en un coma inducido hasta que su estado mejoró y pudo sobrevivir y salir sano y salvo de aquella terrible experiencia. El Teniente Fakas fue el único superviviente y el protegido de aquel vuelo.
Viajemos ahora al 27 de Agosto del año 2006. Nos situamos a bordo de un avión CRJ 100 de capacidad media de la compañía Comair, que va a transportar a 51 pasajeros en su interior. El embarque se realiza sin ningún tipo de incidencia y cuando por fin el avión efectúa el despegue, el avión se estrella directamente. El motivo del dantesco escenario fue que el piloto al mando del avión se equivocó al entrar y alinear el avión para el despegue en la cabecera de la pista que no le tocaba, se equivocó de pista en uso. Trató de despegar desde una más corta y no le dio tiempo a elevar el avión antes de que la pista se terminase. Una auténtica tragedia. Todo el mundo falleció a bordo del avión, pero… no todos, pues solamente una persona sobrevivió de forma milagrosa.
Aquel superviviente fue precisamente un miembro de la tripulación técnica del vuelo, el copiloto. James Polehinke era el copiloto de aquel vuelo de Comair. Sufrió la amputación de su pierna izquierda además de daños cerebrales, multitud de fracturas en todos los huesos de su cuerpo y diversas lesiones internas en su organismo. Pero sobrevivió y los servicios de rescate del aeropuerto, bomberos, rescatadores y médicos no daban crédito a lo que sus ojos veían dentro de aquel amasijo de hierro. Una persona viva entre tanta destrucción. James jamás recordó nada de ese día pero lo cierto es que se convirtió en el protegido y elegido de aquel fatídico vuelo de la compañía Comair.
Más cerca de nuestros días actuales, el 23 de Diciembre del año 2007, una pequeña aeronave sufre un gravísimo accidente aéreo en Panamá, muy cerca de un volcán. Viajaban 4 personas a bordo, incluida el piloto. En el violento impacto, mueren 3 de los 4 ocupantes que iban a bordo. El cuarto y afortunado ocupante era una pequeña jovencita de tan solo 12 años de edad, que se llamaba Francesca Lewis. El equipaje que viajaba a bordo de la pequeña aeronave resultó ser su salvavidas, pues frenaron el impacto de su cuerpo en el choque contra el volcán y una vez, ya el avión partido en mil pedazos y los pasajeros despedidos por la zona, muertos en el suelo, esas mismas maletas la protegieron del frío y de las corrientes hasta que llegaron los servicios de búsqueda y rescate. Un auténtico milagro que, a día de hoy, los expertos todavía no se explican cómo ha podido tener ese milagroso y afortunado desenlace para Francesca. Fue la protegida de aquel trágico vuelo.
Otro caso impactante, hablando de elegidos y protegidos de los accidentes aéreos, es el ocurrido el 30 de Junio de 2009 en el continente africano. Una joven niña de 13 años, llamada Bahía Bakari, la cual no sabía nadar, que además no portaba un chaleco salvavidas y que permanecía en el agua rodeada de tiburones hambrientos deambulando a su alrededor en un mar violentamente agitado, se llega a convertir milagrosamente en la única superviviente de un accidente de avión de la compañía Yemen Airlines. El aparato de esta empresa se había estrellado en pleno Océano Índico tras el despegue después de sufrir diversos fallos. A bordo viajaban 152 personas en total, sumando pasajeros y tripulación. Todos mueren en el acto cuando el avión impacta contra el océano pero, de repente, se produce el milagro cuando solamente sobrevive a esta tragedia la pequeña Bahía Bakari.
Bahía permaneció en el mar, no se sabe cómo ni de qué manera, flotando, agotada y rodeada de los cadáveres del resto de pasajeros que viajaban a bordo del avión. De repente, tras varias horas, llegaron los primeros medios de rescate y en el mismo momento en el que la izaron a una de las embarcaciones de salvamento, se desvaneció y quedó inconsciente. Más tarde se supo que el avión de Yemen Airlines no tenía permiso ni licencia para volar y operar vuelos comerciales, aeronave a la que se le habían detectado anteriormente multitud de fallos mecánicos. Bahía fue la elegida de este trágico vuelo. La protegida del Yemen Airlines.
Tan impactante como esta historia es la de Ruben Van Assouw. Ruben era un niño holandés de tan solo 9 años cuando vivió el episodio más trágico de su vida. El 12 de Mayo del año 2010 viajaba a bordo del vuelo 8U771 con destino a Trípoli junto a 103 pasajeros más. Volvía de sus vacaciones junto a su familia. El avión, en la aproximación al aeropuerto, tuvo problemas y se estrelló. Murió todo el mundo a bordo, excepto…Ruben. Sufrió múltiples heridas y fracturas en ambas piernas y un grave traumatismo craneoencefálico. Semanas después del accidente, era dado de alta y se había recuperado casi completamente. El avión en el que viajaba era nuevo y estaba perfectamente mantenido. Fue el único superviviente. Fue el protegido de aquel vuelo.
Azar, suerte, fortuna, obra de Dios o destino, después de este doble artículo sobre los elegidos que os dejo en mi sección de Misterios Aéreos, os dejo que vosotros mismos penséis y recapacitéis sobre la verdadera causa y explicación de que estas personas lograsen sobrevivir a estos episodios aéreos de destrucción total. Nadie se explica cómo lograron salir airosos, pero fueron sin ningún tipo de duda, los protegidos en sus catástrofes aéreas. Todo un enigma, que encierra muchos misterios y deja muy pocas explicaciones. Hasta el próximo misterio, amigos…
Comentarios recientes