60 pilotos suspendidos por peligro para la seguridad aérea en EEUU. Las autoridades piensan que otros miles han falsificado sus datos médicos para ocultar trastornos mentales y otras afecciones que les impedirían seguir volando. Os lo cuento hoy en mi artículo.
Bienvenidos a bordo, amigos de los “Misterios Aéreos”. Hace unos años, traté el tema, en 2 de mis artículos, de los llamados “Asesinos con Alas”. Pilotos que no estaban en condiciones de volar, ya fuese por causas mentales, depresivas o físicas y que terminaron estrellando su avión para suicidarse. Se llevaron por delante la vida de muchos pasajeros inocentes de forma injusta.
Amanecemos hoy con la noticia de que las autoridades federales de EEUU investigan a casi 5.000 pilotos sospechosos de falsificar sus historiales médicos. Lo hicieron para ocultar que recibían prestaciones por trastornos mentales y otras afecciones graves que podrían incapacitarles para volar, según varios documentos y entrevistas.
Pilotos militares veteranos sospechosos
Los pilotos investigados son veteranos militares que declararon a la Administración Federal de Aviación (FAA en inglés) que estaban lo bastante sanos para volar. Pero no informaron (como exige la ley) de que también recibían prestaciones por discapacidades que podían impedirles volar.
Los investigadores de la Oficina de Asuntos de Veteranos (AV) descubrieron las incoherencias hace más de 2 años al cotejar las bases de datos federales. La FAA ha mantenido en secreto muchos detalles del caso hasta ahora.
El portavoz de la FAA, Matthew Lehner, reconoció en un comunicado que la agencia ha estado investigando a unos 4.800 pilotos. Todos ellos “podrían haber presentado información incorrecta o falsa como parte de sus solicitudes médicas”. La FAA ha cerrado ya cerca de la mitad de los casos. Ha ordenado a unos 60 pilotos que dejen de volar de forma urgente. Según Lehner, “suponían un claro peligro para la seguridad aérea”.
600 pilotos investigados tienen licencia para volar en compañías aéreas de pasajeros. La mayoría de los demás tienen licencias comerciales que les permiten volar por cuenta ajena, en empresas de carga, clientes corporativos o compañías turísticas.
Un sistema médico imperfecto que revisa a los pilotos
Los expertos afirman que la investigación pone de manifiesto la prolongada vulnerabilidad del sistema médico de selección de pilotos de la FAA. El gran número de problemas de salud no declarados supone un riesgo para la seguridad aérea. Aunque los pilotos deben pasar exámenes médicos periódicos contratados por el Gobierno, las pruebas suelen ser superficiales.
La FAA confía en que los aviadores informen por sí mismos de afecciones que de otro modo pueden ser difíciles de detectar. Casos como la depresión o el estrés postraumático podrían ser ejemplo de ello, según los médicos que realizan los exámenes.
Muchos veteranos minimizan sus dolencias a la FAA para poder seguir volando. Pero las exageran a la AV para maximizar sus pagos por incapacidad, según los médicos y Ex-Funcionarios de la FAA.
Pilotos jugando a dos bandas
“Creo que hay personas que intentan jugar a 2 bandas”, afirma Jerome Limoge, examinador médico de aviación en Colorado Springs. Limoge realiza reconocimientos médicos a cientos de pilotos al año. “La AV les anima a reclamarlo todo. Parte de ello es casi valor robado”.
Estas condiciones no descalifican de forma automática. La FAA puede conceder exenciones con restricciones cuando una dolencia está adecuadamente vigilada y lo hace regularmente. Sin embargo, los pilotos deben de informar con exactitud de sus problemas médicos, someterse a exámenes físicos periódicos y ser controlados para conservar sus licencias.
Los registros de contratación federal obtenidos por el periódico estadounidense “The Washington Post”, muestran los movimientos de la Oficina de Medicina Aeroespacial de la FAA. Esta oficina asignó 3,6 millones de dólares a partir del 2022 para contratar expertos médicos y miembros del personal para reexaminar los registros de certificación de 5.000 pilotos que suponen “riesgos potenciales para el público que vuela”.
Altos funcionarios de la FAA, incluida su médico jefe, Susan Northrup, no quisieron hablar con el periódico. Funcionarios del Departamento de Transporte, agencia matriz de la FAA, también se negaron a ser entrevistados.
Pilotos temporalmente en tierra sometidos a nuevas revisiones
“La FAA utilizó un enfoque basado en el riesgo para identificar a los veteranos cuyas condiciones médicas planteaban el mayor riesgo para la seguridad. Se les ordenó que dejaran de volar mientras la agencia revisa sus casos”, según Lehner. “La gran mayoría de estos pilotos pueden seguir operando con seguridad mientras completamos el proceso de conciliación”.
En muchos de los casos cerrados por la FAA, se ha ordenado a los pilotos que corrijan sus historiales y se sometan a nuevos exámenes de salud. Algunos han quedado temporalmente en tierra mientras se revisan los resultados, según Lehner. La FAA también supo que algunos pilotos no revelaron sus beneficios por discapacidad de la AV porque los médicos contratados por la FAA les aconsejaron que ocultaran la información.
La Oficina del Inspector General de la AV también está investigando a muchos de los 4.800 pilotos para determinar si alguno debe ser remitido al Departamento de Justicia. Podrían enfrentarse a cargos por defraudar el sistema de prestaciones, según altos funcionarios estadounidenses relacionados con el caso.
Según el Departamento de Justicia, 10 pilotos han sido procesados desde 2018 por cargos federales por mentir a la FAA. Ocultaron sus beneficios de discapacidad para veteranos y ocultaron sus historiales de salud. En 2 de los casos, se descubrió tras estrellarse los aviones que pilotaban.
Un problema entre aviadores conocido desde hace años
FAA sabe desde hace 20 años que decenas de miles de pilotos probablemente vuelan con problemas médicos graves no declarados. Pero los funcionarios de transporte se habían resistido durante mucho tiempo a la presión de los legisladores y los grupos de vigilancia. Se resistían a ampliar las verificaciones de antecedentes de los pilotos mediante la comprobación de sus nombres a través de bases de datos de discapacidad médica mantenidas por otras agencias federales y estatales.
La investigación en curso comenzó en 2019, a través de la Oficina del Inspector General de la AV. Sospechaba que algunos pilotos podrían estar ocultando condiciones de salud mental o recibiendo fraudulentamente beneficios por discapacidad. Cotejaron los registros de beneficios por discapacidad de la agencia con una base de datos que la FAA compartía de veteranos con licencia como pilotos civiles. Aproximadamente un tercio de los 110.000 pilotos comerciales de EEUU aprendieron a volar en el ejército.
“Dados los graves problemas de seguridad que conlleva el pilotaje de aviones comerciales, y para promover el uso adecuado del importante dinero de los contribuyentes, hemos estado revisando de forma proactiva ciertas prestaciones por incapacidad de la AV pagadas a pilotos comerciales sobre la base de condiciones que pueden ser descalificadoras si son ciertas”, dijo el Inspector General Michael Missal.
Piden la amnistía para los aviadores afectados
A medida que la investigación de la FAA avanzaba, la Subsecretaria de Transporte, Polly Trottenberg, el Secretario de la AV Denis McDonough y los Comités de Supervisión del Congreso han recibido sesiones informativas sobre el caso.
En Marzo de 2023, la Asociación de Propietarios y Pilotos de Aeronaves, pidió a la FAA que declarara una amnistía para los afectados por la revisión. En entrevista al “The Washington Post”, esta asociación dijo que los pilotos a menudo cometen errores inadvertidamente en el formulario de certificación médica. En estos formularios se hacen preguntas demasiado amplias y son difíciles de contestar y entender. “Se trata de una cuestión compleja. Sería fácil señalar con el dedo a los miles de pilotos que se ven atrapados en este asunto”, manifestó la asociación.
La “AirLine Pilot’s Association International”, que representa a casi 70.000 pilotos de 39 aerolíneas estadounidenses y canadienses, no quiso participar en ninguna entrevista.
Certificados médicos de pilotos suspendidos
La revisión de la FAA ha llevado a algunos pilotos, que sirvieron en el Ejército de los EEUU, a quejarse de que están siendo tratados injustamente. “Si van a poner el foco en los veteranos, deberían ponerlo en todas partes”, según Rick Mangini (52 años). Es un ex-piloto del Ejército de EEUU que no puede volar para una compañía de carga desde que no se le renovó el certificado médico en Mayo de 2023.
La FAA le notificó que estaba siendo investigado por no haber declarado su apnea del sueño. Por esa dolencia recibe prestaciones de discapacidad de la AV. Aunque marcó la casilla de su solicitud en la que se le preguntaba si recibía alguna prestación gubernamental por incapacidad, dijo que no sabía que tenía que proporcionar datos concretos. “Conozco a muchos pilotos que me han hablado de enfermedades que no han comunicado a la FAA”, dijo. “¿Lo que están haciendo a los veteranos? Esa es la definición de acoso”.
Las aerolíneas de EEUU no han tenido un accidente mortal desde 2009. Pero los expertos en seguridad sospechan que los pilotos suicidas fueron responsables de varios desastres de alto perfil en los últimos años. Por ejemplo, el caso del avión de China Eastern que impactó contra una montaña en 2022. Incluyen en los casos de suicidio del piloto, el caso Germanwings (Alpes franceses en 2015) y el caso del Malaysian Airlines MH370 (Océano Índico en 2014).
Vulnerabilidad de la Oficina de la Asuntos de Veteranos
A los pilotos a los que se les ha diagnosticado depresión, ansiedad u otros trastornos mentales no se les prohíbe automáticamente volar. La FAA exige que se les vigile estrechamente porque sus enfermedades mentales y los medicamentos pueden afectar a su capacidad para pilotar con seguridad. La investigación también demuestra una evidente vulnerabilidad sistémica de la AV.
La AV continúa presionada por el Congreso tras 20 años de presiones. Esta oficina amplió el acceso a las prestaciones por discapacidad exentas de impuestos a los veteranos. La FAA prevé que 6 millones de veteranos recibirán 132.000 millones de dólares en indemnizaciones este año frente a los 3,3 millones en 2011. El sistema se ha vuelto más vulnerable a las reclamaciones dudosas o fraudulentas.
La FAA trabaja para determinar qué pilotos son aptos para seguir volando y cuáles no. Missal insta a la AV a revisar los expedientes de discapacidad de los pilotos para detectar posibles casos de fraude: “Seguiremos trabajando con AV y otras partes interesadas para garantizar la integridad de las prestaciones y servicios reservados a los veteranos de nuestra nación”.
3.200 pilotos engañaron a la FAA en California
La FAA conoce los fallos de su proceso de revisiones médicas desde 2005. Por entonces, los inspectores generales del Departamento de Transportes y de la Administración de la Seguridad Social (Operación Piloto Seguro) descubrieron una estafa que había pasado desapercibida durante años.
Unos 3.200 pilotos del Norte de California cobraban prestaciones por incapacidad de la Seguridad Social. Alegaban que estaban demasiado enfermos para trabajar pero informando a la FAA de que estaban en condiciones médicas óptimas para volar. Muchos trabajaban como pilotos comerciales y, según la ley, quienes reciben una indemnización por incapacidad de la Seguridad Social sólo pueden trabajar un número limitado de horas.
La Oficina del Fiscal Federal en San Francisco procesó 45 de los casos más graves de fraude y cargos relacionados. Obtuvieron condenas y declaraciones de culpabilidad en todos ellos. Los funcionarios dijeron que podrían haber procesado a cientos de pilotos más pero los casos habrían atascado el sistema judicial.
Los datos médicos de los pilotos no se cotejaban entre administraciones
Los responsables de la FAA reconocieron que sus exámenes médicos dependían de la veracidad de los historiales médicos de los pilotos. Dependiendo de su edad y clase de licencia con la que vuelen, los pilotos deben someterse a exámenes físicos cada 6 meses o 5 años. La FAA no exige a sus médicos que revisen los historiales médicos de los pilotos fuera del sistema de aviación.
El Congreso de EEUU y otros defensores de la seguridad instaron a la FAA a reforzar su supervisión. Les instan a cotejar su registro nacional de pilotos con las bases de datos de la Seguridad Social y de otros organismos federales que pagan las reclamaciones por incapacidad.
La fuente más obvia era la AV, que indemniza a millones de veteranos por discapacidades sufridas en acto de servicio. No se puso en marcha ningún programa de intercambio de datos. Ni siquiera uno limitado a la comprobación aleatoria de las solicitudes de los pilotos. La FAA dijo que no tenía suficiente personal ni dinero para ello. Y se preguntaron si el refuerzo de la aplicación de la ley contribuiría mucho a mejorar la seguridad pública.
Según un informe del Congreso de EEUU de 2007, estos motivos se burlaban de las normas de seguridad de la FAA. “La FAA no puede castigar el incumplimiento si no intenta buscarlo”.
La FAA amenaza con presionar a los pilotos sin llevarlo a cabo
En 2008, la FAA empezó a exigir a los pilotos que revelaran si recibían prestaciones gubernamentales por incapacidad. Aumentó la supervisión de los examinadores médicos de aviación contratados para realizar reconocimientos físicos. Y notificó a los pilotos que sus formularios médicos podían compartirse con otras agencias federales para verificar su exactitud. Curiosamente, todo esto dejó de hacerlo hasta el 2022.
En 2010, el Inspector General de Transporte reprendió a la FAA por sus “limitados progresos”. Instó a los funcionarios a “acelerar” los acuerdos de intercambio de datos con la AV, Seguridad Social y otros organismos. Necesitaban garantizar que los aviadores no cualificados no reciban un certificado médico que les permita volar.
Pero la FAA siguió dando largas, a pesar del evidente riesgo. Los problemas médicos de los pilotos fueron la causa del 9% de los accidentes aéreos mortales de aviación durante un periodo de 10 años, de 2012 a 2022. Los datos los aportó la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.
FAA comienza a cumplir su promesa de perseguir a pilotos que mienten
En 2018, la FAA compartió un número limitado de registros médicos de pilotos con la oficina del inspector general de la AV. La investigación condujo al enjuiciamiento de 4 pilotos en el Norte de California por no revelar las condiciones de salud mental, incluidos 2 pilotos que volaban para aerolíneas.
Tras resistirse durante más de 10 años, los funcionarios de transporte acordaron en 2019 compartir un archivo de registros médicos de pilotos con los investigadores de la AV. Compararon esa base de datos con una lista de veteranos a los que AV había asignado un grado de discapacidad del 50% con uno de los 15 problemas de salud que la FAA considera potencialmente descalificadores para los pilotos.
La oficina de Missal compartió la lista resultante de casi 5.000 pilotos sospechosos de mentir a la FAA con el Inspector General de Transporte Eric Soskin. Su oficina remitió los casos a la FAA en Junio de 2021.
En 2022, la FAA comenzó a notificar a los pilotos que sus registros estaban bajo escrutinio. Contrató a antiguos empleados de su Oficina de Medicina Aeroespacial para ayudar a revisar los casos y les dijo que la naturaleza de su trabajo era secreta.
La FAA tropezó rápidamente con la resistencia de los sindicatos de pilotos y grupos del sector. Se opusieron a una posible aplicación de la ley que podría dejar en tierra a sus miembros. Empezaron a presionar a las autoridades para que permitieran a los aviadores volver a presentar sus solicitudes médicas. Que fuese sin penalización por no haber revelado que estaban cobrando prestaciones por incapacidad.
Pilotos implicados en accidentes aéreos
Lehner, portavoz de la FAA, dijo: “La FAA tomará medidas adicionales, incluidas medidas coercitivas, en función de los detalles de cada caso”. En algunos casos que han llegado a los tribunales han surgido detalles inquietantes.
Noah Felice, veterano de la Armada de 72 años, condenado en Diciembre de 2022 por declaraciones falsas a la FAA tras estrellar un avión durante un despegue abortado en Rochester (Nueva York). Las autoridades que investigaron el accidente lo atribuyeron a un error del piloto. Felice ocultó que tenía 6 condenas penales previas y que cobraba 2.900 dólares al mes en prestaciones de veterano por trastorno de estrés postraumático. Se enfrenta a una pena de hasta 5 años de cárcel.
Matthew Jones, veterano del Ejército de 35 años; sirvió en Irak. Se declaró culpable de cargos de fraude en Diciembre de 2022. Ignoró las advertencias meteorológicas y estrelló un helicóptero contra la ladera de una montaña de Tennessee, matando a un pasajero. Ocultó a la FAA que recibía prestaciones de veterano por convulsiones y que tenía antecedentes de accidentes cerebro-vasculares y consumo de marihuana.
Jones quedó paralizado por debajo de la cintura y admitió haber engañado a los clientes, incluido el pasajero que murió. Les dijo que era instructor de vuelo titulado. Su abogado no respondió a las peticiones de comentarios. Los pilotos deben solicitar exenciones a la FAA para una serie de problemas médicos, como enfermedades mentales, algunos problemas cardíacos y el abuso de sustancias.
La gravedad de ocultar información médica por parte de los pilotos
Joseph Lo Russo, abogado especializado en Derecho Aeronáutico en Colorado, dijo que es un secreto a voces que “probablemente más del 85% de los pilotos mienten en sus formularios médicos”. No quieren señalar condiciones que podrían alargar la renovación de sus licencias. “En realidad, sólo están haciendo que los cielos sean más peligrosos”, añadió Lo Russo.
Sobre el enfoque de la FAA respecto a la salud mental, Lo Russo dijo: “Es increíblemente frustrante que los pilotos no puedan ser humanos”. La FAA advierte a los médicos de aviación que no se les permite aconsejar a los pilotos que oculten sus discapacidades a las autoridades de aviación.
Mitchell Garber, ex-jefe médico de la NTSB, dijo que “la falsificación o la no divulgación de información médica importante puede poner la seguridad del piloto y sus pasajeros en mayor riesgo.”
Algunos pilotos, acusados de falsificar sus historiales, dicen que existe una desconexión entre las normas del Gobierno Federal para determinar si un veterano está discapacitado y sus reglas para certificar a los pilotos.
El caso de un ex piloto de Operaciones Especiales con depresión
Adam Asleson (44 años), ex-piloto de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de EEUU, perdió su trabajo volando para Delta Airlines y su licencia de piloto. Fue acusado en 2018 de mentir a la FAA por no revelar los beneficios de discapacidad de la AV por depresión. Dijo que los pilotos militares rara vez revelan problemas de salud mental porque están dedicados a su misión y no quieren defraudar a sus unidades. “Te quitarán las alas”, dijo.
Los fiscales retiraron los cargos contra él como parte de un acuerdo en el que aceptó prestar 100 horas de servicios comunitarios y no trabajar en aviación durante 1 año. Declaró que su estado de salud no era grave y que los funcionarios de la AV sólo evaluaron sus antecedentes de depresión leve.
Recuperó su licencia 4 años más tarde y trabaja en vuelos chárter como piloto de un Boeing 737. “Lo que me dice que, para empezar, nunca deberían haberme retirado la licencia”, afirma.
Otros pilotos achacan su difícil situación a lo que describen como una supervisión poco rigurosa por parte de la AV.
El caso de un veterano de la Marina con trastorno depresivo mayor
Nicholas King Beyer (37 años), veterano de la Marina, del Norte de California con licencia de piloto comercial. Fue acusado de mentir a la FAA al ocultar un trastorno depresivo mayor. En su juicio en 2020, sus abogados restaron importancia a la enfermedad y culparon a un médico de la AV por sobre diagnosticarlo.
Mantenían que su cliente había sufrido “algo de dolor e infelicidad” cuando su primer matrimonio se vino abajo mientras estaba en la Marina.
Los fiscales señalaron que Beyer nunca se opuso a los 979 dólares mensuales que recibía por su depresión desde hacía 4 años. El juez lo declaró culpable y le condenó a 1 año de libertad condicional.
Beyer dijo a la prensa que era injusto que la FAA estuviera tomando medidas enérgicas contra los pilotos que son veteranos. “Personalmente, creo que es una locura”, dijo. “Es discriminatorio, de verdad”.
La FAA revocó su licencia de piloto tras su condena pero volvió a solicitarla y finalmente la recuperó hace unos meses.
La FAA sigue queriendo confiar en la honestidad de los pilotos
Los examinadores médicos de la FAA dicen que confían en la honestidad de los pilotos a la hora de revelar afecciones como los problemas de salud mental. Los pilotos no están obligados a mostrar a su examinador médico sus historiales de visitas anteriores al médico. Pocos lo hacen. Los reconocimientos son breves, a menudo de menos de una hora. La inmensa mayoría se aprueban. El objetivo del médico examinador de aviación es conseguir que los pilotos vuelen y se mantengan en el aire.
“Si hay algo que no mencionan, es culpa suya”, según Warren Silberman, ex-jefe de certificación aeromédica de la FAA. “No sé con certeza quién me miente y quién no. Simplemente haces lo mejor que puedes”.
Aumento de las solicitudes de incapacidad de la AV
Tras 20 años de guerra en Afganistán e Irak, la AV aceleró la tramitación de las solicitudes de indemnización por discapacidad relacionada con la guerra. Ha liberalizado quién las recibe, en particular para el trastorno de estrés postraumático y otros problemas de salud mental. Sin embargo, al conceder más solicitudes, la agencia puede haber abierto la puerta a más fraudes.
“Los veteranos y sus defensores se han vuelto más hábiles que nunca para conseguir cheques más elevados, y AV se ha vuelto más generosa”, según Celli, antiguo funcionario de la Legión Americana.
La AV no establece ninguna prohibición ni límite de ingresos para los veteranos que tienen trabajos a tiempo completo y reciben cheques por discapacidad. Para aquellos que el Gobierno determina que están 100% discapacitados tampoco. Este número se duplicó de 2016 a 2022, pasando de 531.000 a 1,1 millones.
Las reclamaciones se han vuelto más complejas, con un aumento del 200% en la última década en reclamaciones originales con 8 o más problemas médicos. El sistema ha creado un dilema para muchos pilotos que quieren seguir volando sin dejar de maximizar sus reclamaciones AV.
Fuente: “The Washington Post”
Y me supongo que habrá habido supuestos sobres por debajo de la mesa y también habrá supuestas Licencias compradas. Creo que deben que también deben valorar su profesionalidad a esos supuestos médicos que dan aptos para Volar. Lo que no entiendo que estén cobrando una incidencia por problemas psíquicos y que estén volando en compañias aéreas. Todo esto son supuestos. Pero ante la duda lo más sensato es dejarlos en tierra.
Sin duda, Jose Antonio, las artimañas para conseguir certificados médicos habrán sucedido de todas las maneras posible. USA es la cuna de la aviación para todo así que esto traerá cola a nivel mundial con el paso del tiempo, seguro. Y no pasará mucho tiempo…