La influencia de los atentados del 11S en nuestro clima. Cómo los atentados del 11 de Septiembre alteraron nuestro clima. Los atentados del 11 de Septiembre de 2001 influyeron en muchos aspectos de nuestra sociedad. Influyeron en aspectos económicos o sociales pero no imaginamos de qué manera han llegado a influir en otros aspectos. Os lo cuento hoy en mi artículo.

Bienvenidos a bordo de nuevo, amigos de los «Misterios Aéreos». En esta ocasión vamos a retroceder en el tiempo, 18 años atrás en el calendario, para revivir los trágicos atentados del 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York. Atentados que golpearon el World Trade Center, la sede del Pentágono y uno de los vuelos de United Airlines.

Estamos cerca del 18º aniversario de aquellos sucesos catastróficos. Hace pocos días, uno de los seguidores de mi página pública en Facebook (Iván Castro Palacios Misterios Aéreos) me recordaba un artículo muy interesante escrito por Antonio Rivera el 20 de Enero de 2012. Lo escribió unos años después de los atentados.

 

Diversos efectos de los ataques del 11S

 

No solamente aquellos ataques influyeron en nuestra conciencia mundial como sociedad y raza. Los atentados generaron graves crisis económicas en muchos ámbitos y empresas, sin olvidar la tremenda y elevada pérdida de seres humanos. Pero también llegaron a influir, curiosamente… ¡en el propio clima del planeta! Y por eso me gustaría recordar de nuevo este artículo tan interesante.

Los aviones, debido a la combustión de keroseno, emiten una cantidad importante de gases de efecto invernadero como CO2, óxido de azufre, diferentes óxidos de nitrógeno, vapor de agua, etc… Tal es la cantidad de emisiones y tal es la cantidad de vuelos comerciales de este tipo, que la cantidad de CO2 emitida por ellos representa alrededor del 3% del total emitido por la Humanidad. A partir de estos datos, pensaremos que las emisiones de los aviones contribuyen al calentamiento global al potenciar el efecto invernadero provocado por los gases que emiten.

 

No solamente los ataques del 11S influyeron en nuestra conciencia mundial como sociedad y raza. Los atentados generaron graves crisis económicas en muchos ámbitos y empresas, sin olvidar la tremenda y elevada pérdida de seres humanos.

 

Los ataques del 11S influyeron en el clima

 

Pero en la ciencia las cosas no siempre son tan sencillas. En la aviación hay que analizar un aspecto más, relacionado con las famosas estelas que dejan a su paso por el cielo. Para ello analicemos, en primer lugar, por qué se forman esas estelas que a menudo dejan los aviones a su paso. Hablamos de esas estelas que llenan nuestros despejados cielos de trazos blancos rectilíneos.

La formación de estas estelas de condensación («contrails» en inglés), tiene un doble origen. Por un lado está el vapor de agua emitido en la combustión, que es expulsado a la atmósfera a elevadas temperaturas. Este vapor de agua, al encontrar las bajas temperaturas de la atmósfera más alta, se enfría casi de inmediato y se condensa formando pequeñas gotas y cristales de hielo. Forman una verdadera nube artificial. Por lo tanto, las estelas que dejan los aviones están formadas por esos pequeños cristales de hielo.

Y por eso las vemos tan blancas, debido a que el hielo refleja prácticamente toda la luz solar que le llega. A todo este proceso, tenemos que añadir que en la combustión de los motores también se liberan pequeñas partículas que actúan como núcleos higroscópicos. Estos núcleos constituyen, de esta forma, el soporte ideal para que sobre ellas empiecen a crecer las gotitas de agua o los cristales de hielo en la atmósfera.

 

La formación de estas estelas de condensación («contrails» en inglés), tiene un doble origen. Por un lado está el vapor de agua emitido en la combustión, que es expulsado a la atmósfera a elevadas temperaturas.

 

La explicación de los contrails, las estelas de condensación

 

Pero claro, no siempre que pasa un avión sobre nuestras cabezas deja tras de sí estas famosas estelas. Esto se debe a que su aparición depende de las condiciones reinantes en altura, sobre todo aquellas relacionadas con temperatura y humedad existentes. Así, a mayor frío en altura, mayor enfriamiento de los gases expulsados por el avión. Esto explica por qué este fenómeno suele darse más en invierno.

Por otra parte, a mayor humedad, más formación de las mismas. Esto nos explica que cuando la humedad es muy baja, las estelas no aparecen. O en caso de aparecer, desaparecen rápidamente. Mientras que la humedad en altura es elevada, las estelas quedan dibujadas durante mucho tiempo en el cielo. Esto último, por cierto, sirve para poder predecir un cambio de tiempo.

Tras varios días despejados empiezan a aparecer estas estelas en el cielo. Significa que muy probablemente lloverá (o al menos el tiempo empeorará) en las próximas 24 ó 48 horas. Esto se debe a que el aumento de humedad en las capas altas suele preceder la llegada de un frente.

 

El 11S influyó en el calentamiento de la atmósfera

 

Volviendo a la influencia que estas estelas pueden tener en el clima, su presencia en los cielos ayuda a calentar la atmósfera. Las estelas permiten el paso de la mayoría de los rayos del sol pero no dejan salir de forma tan eficiente la radiación que proviene de la Tierra. De esta manera, devuelven así parte de ese calor de nuevo hacia la superficie, aumentando de esta forma la temperatura en la baja atmósfera.

Hay estudios que incluso establecen ese calentamiento entre 0,2ºC y 0,3ºC por década, algo que coincide con el aumento registrado en los últimos decenios. Esto vendría a decir que las estelas de los aviones influyen más en el calentamiento observado que las emisiones de CO2. Pero claro, esto es muy difícil de establecer.

 

Entre el 11 de Septiembre de 2001 y el 14 de Septiembre de 2001 se detectó, en muchos observatorios de EEUU, la variación más alta de temperatura entre día y noche en los últimos 30 años.

 

Los atentados del 11 de Septiembre

 

Volvamos al 11 de Septiembre de 2001 para recordar que, tras los atentados, EEUU cerró completamente su espacio aéreo los siguientes 2 ó 3 días, algo totalmente excepcional. Esta situación fue aprovechada por meteorólogos y climatólogos para estudiar el efecto de los aviones en la atmósfera. Su ausencia en los cielos dejaba una atmósfera libre de gases y, sobre todo, de sus estelas.

Entre el 11 de Septiembre de 2001 y el 14 de Septiembre de 2001 se detectó, en muchos observatorios de EEUU, la variación más alta de temperatura entre día y noche en los últimos 30 años. En concreto esa amplitud térmica fue 1ºC superior a la de los días inmediatamente anteriores.

No deja de ser lógica esta consecuencia ya que estas «nubes altas» (contrails) contribuyen a que la temperatura sea algo más baja durante el día. Aunque dejan pasar casi toda la radiación solar, parte de ella es devuelta a la atmósfera. También contribuyen a aumentar la temperatura de noche (atrapando y devolviendo hacia la superficie la radiación terrestre).

 

Tras los atentados del 11S, EEUU cerró completamente su espacio aéreo los siguientes 2 ó 3 días, algo totalmente excepcional.

 

Por tanto, en ausencia de estas estelas, las temperaturas serán algo más altas durante el día y más bajas durante la noche, aumentando de esta forma la oscilación térmica.

 

La importancia del artículo de Antonio Rivera

 

El artículo de Antonio Rivera en 2012 dejó de manifiesto un curioso estudio que contribuye a conocer algo más nuestro complejo sistema climático. También dejó de manifiesto la influencia que nuestras actividades tienen sobre él aunque, como bien dice Antonio Rivera, ojalá nunca hubiera tenido que hacerse. De esta manera, nunca hubieran existido los atentados del 11 de Septiembre del 2001 contra Nueva York y contra otros objetivos civiles y militares de EEUU.

Espero que os resulte curioso y os parezca interesante este otro punto de vista del 11S. Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos…

FUENTE:

http://eltiempo.lasprovincias.es